jueves, 7 de julio de 2011

Como los buenos escritores o músicos ahí va un tema inédito antes de mi próximo albúm

Bueno, pues podría hacer como los buenos escritores, guardarme algún post inédito y que mis nietos lo publicasen para forrarse cuando la palme. Pero como aún faltan unos años, ni siquiera se vislumbra la posibilidad de ponerme a tener hijos, y en vista de que cada vez soy más perezosa con esto del blog, os dejo una entrada que escribí hace dos meses y que no llegué a publicar.

Ya sé que para ser una buena blogera debería actualizar como máximo una vez cada diez días (eso dicen los gurus de la 2.0) y a mi desde la última vez que he escrito me ha crecido el pelo un par de dedos y casi, casi, me han salido hasta los dientes, pero la verdad es que no doy a basto. En estos días me han bautizado, y ya sabéis que como los curas cada vez ven el pelo a menos gente, cuando pillan a una novata entrando en la iglesia, no quieren dejarla salir. He conocido la Semana Santa, que más bien ha sido la semana del paraguas, he comido la famosa menestra de Palencia con Julia, Manuela, Eduardo y Pablo, he visto ya tres de los cuatro clásicos, bueno, en realidad no he visto ninguno, que yo a esas horas estoy cenando o camino de la cama, pero con lo que le he oído a mi padre y a los pesados de Radio Marca me basta; me he quedado perpleja viendo los brazos de Nadal en las últimas cuatro finales (¡qué tío!); los brazos y cómo se rascaba el culete cada vez que sacaba; y también he madrugado dos días con mi padre para ver a Fernando, que ya tenía yo ganas de saber quién era. No os lo vais a creer, pero cuando estaba en la tripita de mamá y empezaba a escuchar cosas, lo único que oía era la música clásica que me ponía mi madre y las voces de mi padre los domingos por la mañana metiendo prisa a un tal Fernando. "En fin, Serafin..."

PD: Por cierto, que el cuarto clásico si lo ví, por si a algún merengón se le ha olvidado fue ese en el que el Barca de mi Pep, se clasificó para la final de Wembley, la misma que 'lloroncete" (así le llama mi padre al tio MOU) tuvo que ver por la TV :-)
PD: Ah, y como adelanto de mi próximo post que incluirá un par de vídeos os dejo una fotito de mi primer día en la pisci. No me digáis que esto no es Marketing del bueno.

lunes, 21 de marzo de 2011

Os tengo abandonados, lo sé, pero es que he estado en la pelu.

Ya tengo dos meses y cuatro días. Sí ya sé que llevo un mes sin dar señales de vida pero es que el tiempo al otro lado de la barriga de mamá, o sea con vosotros, se me pasa volando. Tenéis que tener en cuenta que cada tres horas una tiene un compromiso ineludible con la teta de mi madre, que antes tenemos que poner la mesa, que en medio me tiro un buen rato en boxes cambiando pañales y otro manchándolos, que, entre erupto y erupto, se me pasa el tiempo llora viene, llora va y que cuando no estoy haciendo alguna de esas otras cosas tengo que reponer fuerzas durmiendo un rato.

Como veréis ya he crecido bastante, aunque el principal cambio que notaréis es el de mi nuevo look. Sí, mi estilista deja bastante que desear, porque lo del pelo al uno no se lleva desde que Sinead O'connor tuvo la ocurrencia de romper la foto del Papa Wojtyła y se le cayó de golpe el pelo (También veréis que a mi lo del chupete no me va, que yo prefiero mi dedo e, incluso, a días, hasta la mano entera).

Os dejo un vídeo de mi paso por la peluquería en la que se vuelven a repetir esos lloros que ya se hicieron famosos durante la colocación de mis primeros pendientes y se puede apreciar perfectamente como he perfeccionado unos buenos puecheros que me permiten tener a mis padres comiendo de mi mano todo el día.





Pero aunque mi padre se empeñe en decir por ahí que soy un poco llorona (ya me gustaría a mi verle a él todo el santo día con los gases retorcidos por su barrigota), os puedo asegurar que ya he empezado a ser feliz. Os dejo un par de pruebas de ello.

 

Bueno que me voy a dar un paseo a tomar el solillo, que esto de la primavera tiene buena pinta. Ah y prometo escribir antes la próxima vez, total si las promesas se incumplen creo que en España no pasa nada.

PD: Dice mi padre que debería acabar como en el resto de blogs, en los que está muy de moda mandar recuerdos a Japón, ´Anims´ a Abidal y Roqué y decir "NO A LA GUERRA, o SÍ A LA INTERVENCIÓN EN LIBIA, pero entenderéis que soy una recién nacida para meterme en esos líos no?


PDII: Ah y muchos besos a mi primito Luis, que acaba de nacer en Alicante. Se va a enterar este, que le saco dos meses justos...

jueves, 17 de febrero de 2011

Hoy cumplo un mes y nadie se ha dignado a mandarme un regalito :-(

Pues aquí estoy muy enfadada. Acabo de cumplir un mes y nadie me ha llamado ni enviado un regalito. ¡Será posible! Pero bueno, como estoy de buen humor, aprovecharé para hacer algo que he descubierto que es muy típico de España, hacer balance de todo. Pues yo lo haré de este mes que, la verdad, ha dado para mucho.

He nacido, que no es poco; he aprendido a comer, que os diré no se me da nada mal; me han hecho llorar como una descosida para ponerme unos pendientes; he pasado las de Caín por culpa de los gases; he posado como si de la Pataky se tratase para más de 50 fotógrafos distintos; me han puesto más modelitos de ropa que a Carmen Lomana durante una tarde de "shopping"; Me han hecho más regalos que al rey de España el día 6 de enero; he vomitado más veces que los de Fisica y Química después de un botellón; he paseado en mi coche Mclaren, como si fuera Hammiltón (buajjjj); he aprendido a echarme la famosa siesta española; he bailado todo un clásico de la canción española como veo todo en Blanco y Negro de Barricada; he descubierto que mi padre tiene menos oido musical que Jesulín de Ubrique; me he alegrado viendo perder al "tonto el haba" de "supermou" y sobre todo, me he dado cuenta de que, de mayor, a quien no me quiero parecer en nada, ni siquiera en su nariz operada, es a esa que llaman.... La reina de San Blas (que tipa la Belén Esteban, Dióssss)

Bueno, que os dejo otras dos fotitos de la sesión de esta tarde, y por cierto. He crecido seis centímetros, mido ya 54, he engordado un kilito desde que salí del hospital (3,860) y mi cabeza mide, eso mejor no os lo digo, que luego todo se sabe.


 

viernes, 11 de febrero de 2011

Me he hecho de rogar, pero estoy aquí viva y coleando

Muy buenas, me he hecho de rogar eh. Pues sí, pero es que, con todo el cariño os lo digo, desde que he nacido no me habéis dejado en paz, con perdón, ni para cagar… y nunca mejor dicho, porque aún no he hecho ni gesto de apretar y ya me han cambiado el pañal.
Después de esta presentación soez, poco digna de las familias de las que provengo (pero así son las nuevas generaciones) os diré que de momento no me puedo quejar.

Del parto ni me enteré, me quedé atascada ahí entre unos huesos estrechos a los que llaman pelvis y al final tuvieron que llamar al cuerpo de rescate para que me sacarán. Al principio me asusté porque empecé a oír mucho ruido y a ver una especie de taladros cortantes. Me recordaba a unos que vi en una peli hace un par de meses haciendo un butrón en un banco. De repente abrieron un boquete enorme en mi antigua casa y empecé a ver un montón de cabezas y manos y unos focos que no me dejaban ver bien. De refilón vi a mi madre dormida y, casi que mejor, porque la sangría que habían preparado allí era mejor no verla. En un pis pas, me limpiaron y vistieron y enseguida llegó mi padre (¡Qué cara de tonto tenía!). Nos hicimos unas fotos (me mola lo de posar, a ver si salgo modelo) y en cuanto salió mamá, a comer. La verdad es que había oído hablar mucho de lo rico que estaba la leche de teta, pero no os lo imagináis, creo que mejor que el caviar ese del que hablan mis abuelos.
Y desde entonces, pues poco a poco echándole morro a la vida. Cuando quiero comer, lloro, cuando quiero que me cambien el pañal (aunque ya os digo que no hace mucha falta), también lloro, cuando quiero que me cojan vuelvo a llorar y, entre medias, pues me meto unas buenas siestas. A mis padres la verdad es que les tengo dominaos y están todo el día a mis pies. Lo único que son un poquito pesaos y cada vez que me cogen venga a darme besos y a poner cara tontos: que si cari, que sí gordi…, gordi lo será tu…
Pero por lo demás y salvo cuando mi padre me pone dos vestidos, uno encima del otro o me echa el agua fría en la bañera, pues me tratan bien (bueno, y cuando a mi madre se la antojó ponerme los pendientes que me hizo pasar las de Caín, mirad el vídeo).


A vosotros, y aunque penséis que no, ya os he ido calando a todos cuando habéis venido a verme. Espero que sigáis con esas dos buenas costumbres, venir a casa y traerme regalitos. Así da gusto.

PD: os dejo una foto para que volváis a decir eso de que los bebés son feos. Tenía cuatro días



PD2: Felicidades a mi amiga Julia, que mañana la bautizan. Si me mandan una foto, a la próxima os la pongo. Por cierto, que también ha nacido ya Isrrael, 15 días nos llevamos y no digo más.

domingo, 16 de enero de 2011

Pues llego el momento. Estoy un poco acojonada

Pues eso que en un rato ya estoy ahi. Esta es la ultima vez q escribo desde aqui. Ahora ya nos vamos a conocer bueno yo a vosotros ya os conozco de oidas. Solo me falta poneros cara.

Que nada q estoy un poco acojonada.Ahora me toca aprender a ver,a mamar, a llorar,a andar... que os coy a contar. NOS VEMOS Y QUE LA HORA SEA CORTA

martes, 11 de enero de 2011

Julia, ya está aquí y no es la única

Que esta vez sólo os escribo para presentaros a una amiguita mía. Se llama Julía, es de Palencia y nació el día 4 de enero. Es la hija de Esther y de Gustavo, unos amigos de mis padres, de los que papá siempre habla con mucho cariño de su etapa palentina. Por lo que sé ya está en casita con sus hermanos Eduardo, que fue quien la puso el nombre, y Manuela, una niña de cuatro años, que por lo que papá dice es muy graciosa. En cuanto nazca y mamá se recuperé los iremos a ver. Creo que pese a la distancia seremos buenas amigas. 

Muchas amiguitas

Julia no será la única amiguita con la que jugaré, porque hace dos meses, cuando estábamos de boda, le dio por nacer en los postres a Roberto, hijo de unos amigos periodistas de mis padres, hace tres semanas también nació Sara, la hija de unos primos de papá, Fernando y Cristina, y en nada también nacerán MR X, el segundo niño aún sin nombre de otros amigos, Rosa y Gordaliza (mientras no le llamen como al padre), y Martina, una niña también hija de un amigo de papa que dicen que nacerá el mismo día que yo. !Vaya pandilla vamos a hacer¡

lunes, 3 de enero de 2011

Me mola la Navidad, aunque sin gritar ¡por favor!

Pues sí, aunque la matrona se empecine en que pronto sacaré la cabecita del vientre de mi mamá (por cierto creo que me he quedado sin cheque bebé), aquí sigo disfrutando del rico y sabroso liquido amniótico y de la musiquita de Mozar para bebes que mi madre me pone día y noche. (Que sí, que yo te lo agradezco, que me gusta, pero de ahí a que salga tocando el violín como has leído va un paso). Pero estas dos últimas semanas, sobre todo, me ha molado una cosa, conocer la Navidad.

Llevaba varias semanas en las que no oía a la gente hablar de otra cosa: "¿Dónde vais a pasar estos días? Nos vamos al pueblo con mis hermanos, nos juntamos 25... ¿y vosotros? No, nosotros seremos solo los tres, con mi hijo, cenaremos y jugaremos unas cartas, ya sabes..." Y así, muchos y muchos casos distintos. A la mayoría se les nota una cierta alegría cuando pronuncian la palabra mágica, pero otros yo creo que hasta odian estos días.

La verdad es que a mi la Navidad me ha gustado (y eso que me han dicho que todavía queda lo mejor, los Reyes Magos), aunque eso sí, si me llegan a avisar lo mismo me compro unos tapones para los oídos, porque había ratos en casa en los que los decibelios superaban con mucho, seguro,  lo permitido por la ley de ruidos. Que os voy a contar yo que no os imagineis de una reunión en la que se juntan para cenar más de 20 personas. Yo estaba asustada pero por lo que parece es habitual que haya cuatro o cincco conversaciones cruzadas y algunos personas que son capaces de participar en más de una a la vez. También debe ser normal que dos o tres mujeres diriman una dura batalla por manejar el sarao a su antojo y que los hombres, no sé por qué extraña costumbre, se sienten al fondo de la mesa, en un lugar del que les es casi imposible salir. Los niños, que ya me he fijado yo para el próximo año, debemos gatear por debajo de la mesa, y los abuelos, presidir la fiesta, comer, aguantar a los pesados de los hijos que les pregunten constantemente si quieren algo más y callar. Como para no, con el jaleo que hay montado necesitarían un megáfono para hacerse escuchar.

La conversación de moda, este año, la maxicosi (que en mi familia hay unos cuantos embarazos), el tan deseado cheque bebé, la Ley antitabaco y la manita del Barca, que cualquier momento es bueno para humillar al rival. De la crisis, la verdad, poquito y es que mentarla, teniendo en el plato unos langostinos más grandes que yo, suena cuanto menos chocante y, además, como dice mi padre, de política en familia lo justito, que luego la cosa se complica.

En fin, unos días especiales y un buen resumen de lo que es la Navidad, el que escuche en la radio unos días antes de Nochebuena. Fue en una entrevista a un tal Iñaki Gabilondo, que debe ser un buen periodista, porque mi padre siempre que le oye dice: "El puto amo" que, traducido a lenguaje de dibujos animados más propio de una bebé como yo, debe ser algo así como "El rey León de la prensa española". El caso es que tras ser preguntado por estas fechas dijo  que generalmente la gente las pasa en familia y que quien dice que la Navidad no le gusta, lo que en realidad está diciendo es que su familia no le gusta". La mía, de momento, sí, pero dejad de gritar, por Diós.